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Los productores ganaderos cada vez crían menos animales por la falta de agua. Esto redujo la cantidad de lana disponible para la elaboración de tejidos, que es la principal actividad de la zona. Además, quienes residen en Ronconadilla consumen agua que contiene minerales como arsénico y boro, lo que afecta seriamente su salud.
La comunidad de Rinconadilla se ve seriamente afectada por la sequía que reina en la Puna, ya que redujo la cría de animales e impide el desarrollo de otras actividades como la producción de quinua y demás cultivos. La situación es preocupante porque la poca cantidad de ganado no les permite abastecerse de la lana que requieren para la elaboración de tejidos, que es su principal actividad, por lo que deben comprarla para producir sus artesanías.
Marino Callata, productor de la zona, explicó que la falta de agua en general afecta a los animales que crían en la zona de los cuales extraen algo de lana, que es la materia prima con la que elaboran tejidos y demás artesanías, aunque no es suficiente pro lo que deben comprar para abastecerse. “Nosotros trabajos mucho con lana, pero lamentablemente sacamos muy poco de nuestra hacienda, más bien compramos la materia prima para hacer nuestros tejidos en telar y a dos agujas. Una parte compramos de Catamarca y también trabajamos con la cooperativa Puna de Abra Pampa” dijo.
allata explicó que las familias de la zona ya no crían tanto ganado por la sequía, por el clima, pero también porque los jóvenes optan por irse a la ciudad. “La mayoría es gente grande la que vive ahí y cuida la hacienda, los jóvenes tienen otra mentalidad, estudian y se van a otro lugar donde tienen más oportunidades” indicó el productor. Dijo también que la falta de agua les impide producir otros cultivos, ya que nos prosperan. “Antes se cultivaba quinua, pero ahora no se puede porque no contamos con agua para riego”.
Consumen agua nociva para su salud
En paralelo Callata afirmó que el agua que tienen para consumo contiene minerales nocivos para su salud y hasta el momento no se ha resuelto la situación pese a que las autoridades provinciales están al tanto de la situación.
Callata explicó que en el año 2012 se detectó que el agua que consumen contiene arsénico, boro además de que es muy salada. “Si bien se había hecho un proyecto con purificadores para sanear el agua, no dio resultado y hasta ahora la consumimos así como está”.
CRÉDITOS: JUJUYALMOMENTO.COM