POR CELESTE MARCÓNIZ

Días atrás, una familia vivió una noche de  angustia y desesperación. 

El mundo de un pequeño niño se desmoronaba. Devastado llegó a la Comisaría Seccional N° 56 del barrio Alto Comedero pidiendo socorro por la vida de su hermano de 5 años de edad que se encontraba sin signos vitales en su hogar. 

Su madre, angustiada, le había pedido que buscara ayuda. En la seccional, se encontraban los sargentos Valeriano Héctor y Gabriel Vivas, quienes inmediatamente acudieron al domicilio ubicado en un asentamiento. Al llegar al hogar, la escena que se encontraron era desgarradora. La madre, Silvana Quiroz, con el rostro pálido y los ojos llenos de desesperación, aludió que el menor no reaccionaba y no presentaba signos vitales. 

Los efectivos policiales, con las manos firmes y un corazón decidido, comenzaron a practicar maniobras de reanimación cardiopulmonar, con la esperanza de devolverle la vida al indefenso niño.

Y, en un instante que pareció eterno, el RCP dio resultado positivo. La respiración del pequeño comenzó a estabilizarse, y un rayo de esperanza iluminó el hogar. 

Poco después, el SAME llegó, trasladando al mejor de edad acompañado de su madre hasta el Hospital de Niños. 

Tras pasar este difícil momento, el menor le solicitó a los policías una fotografía junto a su familia y que luego publicó en las redes sociales para agradecer y destacar el rápido accionar de la fuerza de seguridad en estas situaciones. 

La imagen que acompaña esta nota muestra a una familia feliz que pasó de la tragedia a la esperanza gracias a dos agentes jujeños.