En un acto que contó con la presencia de autoridades municipales, productores cañeros, contratistas, industriales y el párroco Aldo Oña, la empresa Ledesma oficializó el inicio de la zafra 2025 en el playón de su fábrica de azúcar. De esta forma y como hace 117 años, la empresa jujeña azucarera por excelencia, y que además incursiona en otros rubros comerciales, proyecta moler 3.070.000 toneladas de caña propia, lo que se traduce en unas 400.000 toneladas de azúcar en producción. Ledesma es el primer productor de azúcar de la Argentina con el 17 por ciento del total, produciendo además papel y alcohol, productos éstos que se obtienen a partir de la fibra de caña de azúcar.
El espíritu que destaca a Ledesma se renueva en el inicio de cada zafra, junto al compromiso de la producción de azúcar, papel, alcohol, bioetanol, carnes, granos, frutas y jugos. Este año, la zafra argentina vuelve a presentarse como potencial record, con esquemas de mercado que enmarcan buenas perspectivas de producción y exportación, lo que se da en un contexto nacional que se presenta con un panorama desafiante por el atraso del precio interno frente al aumento de los costos.

Sobre éste último punto, el gerente general de la empresa Ledesma, Diego Lerch hizo referencia al cuadro de situación “no se trata solo de ser más eficientes o de reducir costos, se trata de pensar de manera integral cómo seguimos siendo relevantes, sostenibles y generadores de valor en un entorno cada vez más exigente”. En consecuencia, para enfrentar este escenario, en Ledesma se viene trabajando con la implementación de distintas y acertadas líneas de acción, donde se destacan, la optimización de los procesos productivos con la incorporación de nuevas tecnologías, todo esto en la búsqueda de oportunidades para mejorar los costos operativos; el fortalecimiento de las capacidades logísticas, apoyándose en los transportistas y el desarrollo ferroviario del NOA.
Por último, pero no por eso menos importante, se profundiza la política de un diálogo abierto y transparente con todos los actores de la cadena de valor, que van desde los proveedores, pasando por los sindicatos y las autoridades locales hasta los clientes.
Diego Lerch enfatizó sobre la necesidad de que el gobierno nacional "avance en las reformas tributarias y laborales y en la sanción de la nueva Ley de Biocombustibles elaborada por la Liga de Provincias Bioenergéticas", conformada por nueve distritos provinciales. El Proyecto de Ley que cuenta con el visto bueno del sector productivo y de las provincias del norte argentino, se presentó en el Congreso Nacional a fines del año pasado, y podría mejorar el horizonte para las inversiones y el desarrollo productivo.
En realción a ésto último, el gerente general dijo que se espera "volver a tener un volúmen de caña similar al del año anterior, el negocio del azúcar y el alcohol ha tenido un año de importantes inversiones (US$ 23 millones este año) con el fin de aumentar la productividad".

MEJORAS E INVERSIÓN EN LA EMPRESA.
En este punto, Lerch destacó la tercera etapa de riego presurizado con energía potencial, con el aprovechamiento de la presión que se genera por el desnivel que aportan los cerros del lugar y por el otro, las actualizaciones y el desarrollo de nuevos sistemas para la gestión agrícola que están generando progresivos aumentos en la productividad de la mano de obra y del parque de máquinas del equipo agrícola de la empresa.
En cuanto a la fábrica, destacó el ambicioso plan de modernización del área de molienda de este año, que está diseñado en tres etapas y demandará U$ 22 millones, de los cuales US$ 7,5 ya fueron invertidos durante el receso.
Con este proyecto, culmina un proceso de modernización del ingenio que comenzó en el año 2018, erogando una inversión de más de US$ 50 millones, con un impacto en todas las áreas relevantes del proceso industrial.
Por último, Lerch recordó que la zafra es un esfuerzo colectivo, un trabajo en equipo, y remarcó que el objetivo es claro, “llevar adelante una zafra, eficiente y segura, cuidando a nuestra gente, protegiendo el ambiente y agregando valor a cada tonelada de caña que se cosecha y se industrializa”.